Como hemos mencionado anteriormente las gallinas de traspatio son una forma estupenda de conseguir huevos frescos y tener un pasatiempo único.

He aquí algunos consejos básicos para empezar:

Elije las razas adecuadas: Selecciona razas que sean amigables, fáciles de manejar y que pongan un número decente de huevos. Algunas razas populares incluyen Rhode Island Reds, Leghorns y Plymouth Rocks.

Alojamiento: Las gallinas necesitan un gallinero seguro para dormir y poner huevos; Este debe estar seco, bien ventilado y protegido de los depredadores. También es necesaria una zona vallada, o corral, para que las gallinas pasen el tiempo durante el día, es recomendable ponerles algunos objetos o accesorios recreativos para evitar agresiones entre ellas y mantenerlas sanas y felices. 

Alimentación: Se necesita una dieta equilibrada de pienso, agua, algunos suplementos según sea necesario, y una que otra verdura, pero hay que recordar que una ventaja con la que contamos es que podemos alimentarlas de deshechos de nuestro propio hogar y así evitar el desperdicio.

Salud: Hay que inspeccionar regularmente a tus gallinas en busca de signos de enfermedad y mantener el gallinero y el corral limpios y secos. Conocer a las gallinas y estar atentos a cualquier cambio de comportamiento o aspecto que pueda indicar un problema de salud es fundamental para mantenerlas sanas.

Leyes y normativas: Antes de empezar a criar una bandada de traspatio, asegúrate de que conoces las leyes y normativas locales relativas a los pollos de traspatio. Algunas zonas tienen restricciones sobre el número de gallinas que se pueden tener o exigen un permiso.

Si sigues estas directrices básicas, podrás disfrutar de las ventajas de tener gallinas de traspatio y mantenerlas sanas y felices.