Cuando hablamos de hobby farming lo primero que se nos viene a la cabeza son gallinas y pollitos, debido a su fácil cuidado, carácter sociable, disminuyen los niveles de cortisol en las personas, no requieren mucho espacio para crear su hábitat, puedes darle de comer los desechos orgánicos, fomentando la economía circular, y por último y no menos importante, que nos regalan huevos, sanos y saludables, durante todo el año. Por lo que las gallinas se vuelven la opción más atractiva para aquellos que quieran empezar a practicar el hobby farming en sus casas.

Conforme nos adentremos más en esta práctica, lo normal será que nuestro grupo empiece a crecer, y aunque la incubación es algo que la gallina podría hacer por si misma, llevar a cabo una incubación artificial nos ayudará a tener mayor éxito, que se traduce a mayor número de pollitos.

Lo que queremos lograr es un mayor número de nacimientos, y una vez que comprobemos que los huevos están fecundados, deberemos cumplir con los 3 factores más importantes, temperatura, humedad y rotación, logrando el equilibrio entre estas tres, la tarea se hace prácticamente sola; ya que la salud del grupo está en nuestras manos, un punto importante a tener en cuenta, es el de posicionar correctamente los huevos, hay 2 maneras exitosas de hacerlo, horizontal con la punta ligeramente hacia abajo, y vertical con la punta hacia abajo, y aunque con ambas tendremos alto porcentaje de nacimientos, colocarlos horizontalmente está comprobado que nos ayudará a tener pollitos más grandes, por lo tanto, más fuertes al nacer.

Teniendo esto en mente, lo siguiente a definir es cuantos huevos incubaremos, 5, 10, 50, 100 o más, esto, determinará el tamaño de incubadora que elijamos, existe una gran variedad de incubadoras en el mercado, digitales, analógicas, manuales, automáticas, grandes, pequeñas, con o sin accesorios, etc., habrá que elegir la nuestra según se adecúe más a nuestras necesidades y listo ¡El paso final, es ver a tu grupo crecer!